La madre del fallecido
lamentó ayer que su hijo, seguidor blaugrana, fue apuñalado de madrugada por
lanzar un grito de ánimo hacia su equipo tras la derrota
20.11.12
EFE |
El fiscal y las acusaciones
particulares solicitan para el procesado una pena de 18 años de prisión
ALICANTE. Un hombre de 40
años acusado de matar de una puñalada en Benidorm a un joven de 25 tras la
final de la Copa
del Rey de 2011, que enfrentó a Barcelona y Real Madrid con victoria por la
mínima de los blancos, adujo ayer en el juicio en Alicante que iba «muy
bebido». El procesado añadió en la Audiencia Provincial
que no tenía intención de clavar el cuchillo, sino que lo quería usar para
ahuyentar a la víctima.
En la primera sesión del
juicio con jurado, celebrada ayer en la Audiencia, tanto el fiscal como las dos
acusaciones particulares, por parte del padre y de la madre del joven
fallecido, demandaron 18 años de prisión por asesinato. Por su parte, la
defensa del acusado pidió que sea eximido por consumo de alcohol o que, como
máximo, sea un homicidio con la atenuante de embriaguez y arrebato.
A preguntas de Efe, la madre
de la víctima explicó tras la vista que su hijo, aficionado del FC Barcelona,
fue apuñalado mortalmente después de que dijera «Visca Barça» y de que se
produjera una discusión con el procesado, Salvador G.S., seguidor madridista.
Sin embargo, este último
expuso al tribunal que no hubo ninguna pelea sobre fútbol e, incluso, afirmó
que no sabe sobre ese deporte. Relató que está casado y con tres hijos y que en
ese momento estaba en paro, tenía problemas de alcoholismo y que ese día, antes
y después del partido de fútbol, que reconoció que siguió en un bar junto a su
mujer, bebió «muchas» cervezas durante ocho horas.
Además, sostuvo que el
apuñalamiento fue en un forcejeo y que se percató de que había herido al joven
cuando el acompañante de éste lo exclamó, aunque en ese momento «no sabía que
iba a ser tan grave, sino que pensaba que era sólo un corte».
Los hechos ocurrieron sobre
las 4.45 horas del 21 de abril de 2011 en la calle benidormí de Tomás Ortuño,
donde estaba la víctima, vecino de Pedreguer, con un amigo y hubo una discusión
que acabó con una incisión de 20 centímetros de profundidad en el abdomen
izquierdo de P.A.F.V., quien murió desangrado en cuestión de unos minutos.
Tanto la abogada de la madre
como el del padre pidieron ayer al jurado que hagan «justicia» dictaminando «la
pena máxima», porque creen que este hombre era «plenamente consciente» y solo
confesó cuando fue reconocido por un testigo, según manifestaron ante el
tribunal.
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