lunes, 3 de junio de 2013

El Supremo ratifica la condena de un año de cárcel a dos guardias civiles por torturas


El Supremo ratifica la condena de un año de cárcel a dos guardias civiles por torturas
El tribunal considera "descorazonador" que un agente pase de garante de la ley a infractor
31.05.2013 | 01:23
ramón ferrando valencia El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de un año de prisión y ocho de inhabilitación a dos agentes de la Guardia Civil que torturaron a un inmigrante cubano que fue detenido por robar una cartera a una mujer en un centro comercial de Alboraia, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Levante-EMV. El Alto Tribunal considera "descorazonador que la figura de un agente policial pase de garante de la ley a su infractor. La sala de lo Penal ha desestimado los recursos que interpusieron los abogados de los dos acusados contra la sentencia dictada por la Audiencia de Valencia. Un agente de asuntos internos de la Guardia Civil explicó en el juicio que "el cubano temblaba" cuando le tomaron declaración un año después de las supuestas torturas. Los dos agentes negaron haber maltratado al detenido. Los hechos ocurrieron el 26 de enero de 2008 cuando los dos guardias civiles trasladaron en un coche patrulla a la víctima al puesto de Tavernes Blanques. Los acusados tomaron una carretera secundaria y se ensañaron con el inmigrante cubano por el camino. El caso se descubrió porque uno de los condenados -el cabo Carlos P.- estaba siendo investigado por asuntos internos por su presunta participación en una red de narcotráfico que fue desarticulada. El coche donde estaba siendo trasladado el detenido llevaba instalado un micrófono oculto para la investigación de narcotráfico. Los abogados de los dos condenados alegaron ante el Supremo que la transcripción de las grabaciones era precaria y carecía de la suficiente calidad como para justificar la condena. Los dos agentes aseguraron en la vista que se limitaron a reducir al detenido con una porra porque "puso en peligro la vida de todos y ofreció resistencia" durante su traslado en el coche camuflado a las dependencias de la Benemérita en Tavernes Blanques.
El agredido no fue al juicio
La víctima no compareció en el juicio. La fiscal del caso solicitó a la sala que tuviera en cuenta las declaraciones que realizó ante asuntos internos y en las que confirmó la agresión. Las defensas insistieron en que su versión no era creíble porque incurrió en varias contradicciones. El hombre afirmó que uno de los guardias civiles le puso una pistola en la cabeza y le dijo que le iba a matar.
Durante el juicio celebrado en la Audiencia de Valencia se escucharon algunas de las grabaciones dentro del coche: "Te voy a dar una paliza que vas a mear sangre", "hasta aquí has llegado, Raúl (el detenido)", o "no te voy a cobrar el walkie que hemos roto cuando te hemos roto las costillas", además de ruidos de golpes. "No me pegue más, señor, no me pegue más, por Dios", se le escuchó gemir.

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