Escolarización gitana
´Me
llaman loco por querer estudiar´
Amín, Roberta y Paco
desafían el abandono escolar entre los jóvenes gitanos, con una tasa de sólo el
20 % de alumnos que acaban la ESO,
y abanderan una campaña educativa entre su etnia
18.04.2013 | 02:02
´Me llaman loco por querer
estudiar´
La Fundación Secretariado Gitano en la Comunitat Valenciana
presenta la campaña "Gitanos con estudios, gitanos con futuro" contra
el fracaso educativo
paco cerdà | valencia Aunque Paco prefiere los números
y sueña con ser profesor de Matemáticas, lo cierto es que tiene un palique
digno de un hombre de letras y habla hasta por los brazos. Literalmente, porque
en el brazo izquierdo luce un tatuaje con los nombres de sus padres -Juan y
Juana- y en el derecho homenajea con tinta indeleble a su pobre primo Belillos,
a quien el asma se lo llevó a los 12 años. Esa misma edad tiene Paco. Estudia
sexto de Primaria en el colegio público El Grao de Valencia y está a punto de
dar el salto a la
Secundaria. Es una transición crucial para los gitanos: sólo el
60 % de chicos gitanos están escolarizados en primero de la ESO a pesar de ser obligatorio
-en las chicas gitanas el porcentaje cae hasta el 39 %- y apenas dos de cada
diez gitanos que comienzan la ESO
consiguen terminarla.
Pero Paco está motivado hasta niveles sorprendentes en
un chaval de 12 años. "Mi primo y algunos amigos me dicen que estoy loco
por querer estudiar", cuenta. Sin embargo, él está empeñado: "Yo
quiero ser algo en la vida", insiste. "Y con la crisis que hay, uno
tiene que agarrarse a lo que pueda. Además, no todo el mundo tiene la suerte de
tener esta oportunidad [de estudiar] y hay que aprovecharla bien: estudiando y
sin fallar a clase. ¡Esto es como la lotería!", resume.
Sus padres, que no tienen el graduado escolar y se
dedican a la venta ambulante, también quieren que su Paquito tenga todo aquello
que ellos no han podido tener. En confianza, y con mucho orgullo, revela que su
padre es su primer fan. "Cuando le llevo las notas, si sólo he suspendido
una asignatura, me dice: "Está bien, Paquito, está bien". Una vez las
aprobé todas y hasta lloró de la emoción. ¿Y sabes lo que hizo? Como no tenemos
mucho dinero pero quería darme una recompensa, vendió su anillo de oro y con el
dinero me compró la Play
3 y me llevó a cenar al Burger", dice mientras le brillan sus simpáticos
ojos saltones.
Paco es uno de los 75 alumnos gitanos de 12 a 16 años incluidos en la
segunda edición del programa Promociona que ha puesto en marcha la Fundación Secretariado
Gitano en la
Comunitat Valenciana y que ayer fue presentado. El objetivo
del plan es reducir el abandono escolar prematuro y promover el éxito educativo
entre los estudiantes de etnia gitana, entre la cual el 91 % de jóvenes de 18 a 24 años no estudia ni se
forma. El reto es todavía más importante en un momento tan delicado como éste.
Según alerta Lola Fernández, directora de la fundación, la crisis económica
está afectando "muy negativamente" a los estudiantes gitanos porque
las reducciones de becas de comedor, de estudios o de libros han provocado que
muchas familias prefieran que sus hijos dejen de estudiar ante las dificultades
del hogar.
A pesar de que sus padres están en paro, Roberta
-alumna de 15 años en segundo de ESO- sigue estudiando. Aspira a ser fotógrafa
y cursar el módulo de Imagen y Sonido. Ya es "famosa" en su barrio
porque aparece en los carteles de la campaña que pretende animar a otros
gitanos como ella a estudiar. "Quiero ayudar a mis padres y tener una
buena vida", dice para justificar su rebelde decisión de seguir en las
aulas. Comparte esa idea Amín, un gitano bien plantado de 14 años y alumno de
segundo de ESO que se niega a acabar en la venta de chatarra. Él va a seguir
estudiando para dedicarse a la Educación Física. Y a quien le augure fracaso, él
responde: "Ya veremos más adelante; la vida da muchas vueltas".
Palabra -ésta sí- de gitano.
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