viernes, 28 de diciembre de 2012

Ida Grinspan. Superviviente del Holocausto Nazi


Ida Grinspan
«Todos los conflictos parten del racismo»
Once meses en Auschwitz y cinco en otros dos campos de concentración nazis marcaron su vida. Ahora, Ida Grinspan (París, 1929) se dedica a contar lo que vivió para que no se repita.

C. MARTÍNEZ Habla de Auschwitz, 70 años después. ¿Qué ha pasado en este tiempo?
Que tras setenta años todavía se siga hablando de la Shoá —Holocausto en hebreo— y sobre todo que desde hace 20 años el tema se ha actualizado. Hablo de Francia. Antes no era muy cómodo hablar de la posición que había mantenido; se hablaba de la resistencia pero no de la deportación de judíos.
¿Hablar de su experiencia le ha ayudado a superarla?
No ha sido para nada una terapia. Al principio la gente me preguntaba pero no le interesaba. La primera vez que volví a Auschwitz fue en 1988 porque me lo pidieron y fue difícil, pero no empecé a contar mi testimonio en los colegios hasta 1992.
En España tenemos un conflicto con la memoria histórica.
Recuperar la memoria es muy útil porque es necesario que los jóvenes sepan lo que ha pasado. Aunque haya todavía una herida es importante que los jóvenes sepan lo que sucedió.
Pero recordar no implica que los errores no vayan a volver a cometerse. De hecho, los genocidios siguen existiendo.
Totalmente. Una memoria no borra otra. Lo que sucedió en Yugoslavia no se entiende. Pero nunca es un pueblo el que decide libremente ir a la guerra, son los políticos los que llevan todo un pueblo a la guerra.
¿Qué piensa cuando salen imágenes de guerras o testimonios como los que vemos en Siria o en Malí?
Para mí son imágenes que no quiero recordar, no puedo…
¿Cómo es posible que todavía haya grupos neonazis en el mundo y con gente tan joven?
Es un racismo llevado al extremo. No soportan a las personas que son distintas a ellos. Todos los conflictos son consecuencia del racismo, y el antisemitismo no es más que eso. Hay una única raza que es la raza humana.
Precisamente ahora debido a la crisis los partidos xenófobos crecen.
El ejemplo está en Alemania, porque lo que sucedió fue también a partir de una crisis. En situaciones así se coge a personas como cabezas de turco y se establecen todavía más diferencias para crear una identidad nacional. Hay que vigilar mucho.
¿Y cuál es su opinión sobre el conflicto entre Israel y Palestina?
Espero que llegue un momento en que haya un estado palestino que pueda convivir con uno israelí, pero hay extremos... Es terrible. El problema está en los extremos. Desde 1948, que se creó el estado israelí, se inició esta guerra. Los radicalismos son los culpables.
¿Y es optimista?
Ni optimista ni pesimista. Confío en la sabiduría de los hombres. Espero como siempre he esperado, pero todavía no hemos salido de ahí. Lo que es terrible es que siempre son los más débiles los afectados.

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