Memoria
histórica
El
ayuntamiento pone ahora límites a la retirada de símbolos franquistas
Exige a los grupos
políticos que adjunten a cada caso un informe histórico y cuantifiquen el gasto
JOSÉ PARRILLA VALENCIA La Concejalía de Cultura del
Ayuntamiento de Valencia ha puesto coto a la avalancha de propuestas de la
oposición para retirar los símbolos del franquismo. Ayer aprobó una moción en
la que tras advertir que causará un grave trastorno a los ciudadanos y que se
necesita dinero para su ejecución material, exige un informe histórico de cada
caso y una cuantificación del dinero que se precisa. Para el Grupo Socialista,
el rigor está bien, pero esto dilata el proceso durante años. Y Esquerra Unida
teme que sea una cortina de humo para no hacer nada.
Tras años de debate, el equipo de gobierno municipal se
comprometió en el último pleno a retirar los símbolos, honores y calles
dedicadas a personajes de la dictadura, cumpliendo así los preceptos de la Ley de la Memoria Histórica.
Tal apertura, sin embargo, disparó el número de propuestas. El Grupo Socialista
presentó un listado de 38 calles y 33 distinciones honoríficas, mientras que
Esquerra Unida habilitó una página web para que todos los ciudadanos pudieran
incorporar sus peticiones. Ayer, por tanto, en respuesta al listado del PSPV,
la concejala de Cultura, Mayrén Beneyto, presentó una moción alternativa
poniendo límites a esas peticiones.
Dice, en primer lugar, que esta medida "afectaría a un gran
número de ciudadanos (viviendas y comercios), que tendrían la obligación de
modificar la totalidad de su documentación personal y comercial (dirección
postal, bancaria, etc.). Y recuerda que las propuestas referentes al nombre de
las calles "se encuentran ineludiblemente vinculadas a la habilitación del
crédito necesario para su ejecución material".
Así pues, exige a los grupos políticos que adjunten a cada
expediente "informes históricos y jurídicos de instituciones oficiales y
personas con la suficiente relevan?cia y rigor objetivo" y que se indique
"el artículo de la ley en que encaja el supuesto planteado", todo
ello "en aras de garantizar el principio de seguridad jurídica".
El "espíritu de la transición"
La moción deja constancia, por último, de que el equipo de gobierno es coherente con "el espíritu de la transición", que "enterraba las heridas producidas y que en modo alguno queremos resucitarlas". Tras afear al grupo socialista que no presentara estas propuestas con los anteriores gobiernos socialista y comunista, denuncia ahora falta de rigor y ausencia de documentación. "Una cosa es lo que dice la Ley de la Memoria Histórica y otra bien distinta es lo que pretende el Grupo Socialista", añade. Por su parte, el concejal del PSPV Salvador Broseta se mostró partidario del rigor y anunció que ya ha pedido una cita con la decana de la Facultad de Geografía e Historia para que se pronuncien al respecto. Sin embargo, teme que esta moción "sea un subterfugio para alargar el proceso de normalización democrática y poner trabas a la aplicación de la ley". En el mismo sentido, el portavoz de EUPV, Amadeu Sanchis, teme que sea "una cortina de humo para obstaculizar la democratización de las calles".
La moción deja constancia, por último, de que el equipo de gobierno es coherente con "el espíritu de la transición", que "enterraba las heridas producidas y que en modo alguno queremos resucitarlas". Tras afear al grupo socialista que no presentara estas propuestas con los anteriores gobiernos socialista y comunista, denuncia ahora falta de rigor y ausencia de documentación. "Una cosa es lo que dice la Ley de la Memoria Histórica y otra bien distinta es lo que pretende el Grupo Socialista", añade. Por su parte, el concejal del PSPV Salvador Broseta se mostró partidario del rigor y anunció que ya ha pedido una cita con la decana de la Facultad de Geografía e Historia para que se pronuncien al respecto. Sin embargo, teme que esta moción "sea un subterfugio para alargar el proceso de normalización democrática y poner trabas a la aplicación de la ley". En el mismo sentido, el portavoz de EUPV, Amadeu Sanchis, teme que sea "una cortina de humo para obstaculizar la democratización de las calles".
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